Déjame enamorarme de ti lentamente
Tan lenta e infinitamente que el tiempo se estire
Tan despacio, que no importe cuantos días pasen
Sea un día igual a un mes, o un siglo igual a tres.
Deja que mi corazón sea un desierto,
Y que el saber de ti, baste para que florezca un jardín
Tásate de a pocos, que tu escasez se encargue de enaltecer tu precio
Y tu silencio sea un mar en el cual sea yo experto marinero.
Hazme triunfante en tu distancia,
Que ni la muerte pueda arrebatar mis sentimientos,
Dejemos a las casualidades la tarea de agendar nuestras citas,
Que solo muy adentro sepamos que siempre nos encontraremos.